martes, 12 de enero de 2010

Nuevo record de James Cameron: "Avatar" ya es la segunda película más taquillera de la historia



Muchos se preguntarán... ¿Quién es ese señor con barba y cara de flipado que sale en la foto? Pues es ni más ni menos que James Cameron, director (y guionista) de títulos como Titanic, Terminator (1 y 2), Abyss, Aliens 2, Mentiras Arriesgadas y Avatar, además de un buen puñado de documentales en 3D.

La cara de flipado la ha tenido siempre, y no me extraña, ya que sus películas siempre han roto moldes (y taquillas) de una u otra manera. Empezó cabreando al equipo de "Piraña 2" (1981), con el que no se ponía de acuerdo ni a la de tres. Ése fue precisamente el número de semanas que tardaron en despedirle: 3. Viendo las películas que hizo después, no es de extrañar que tuvieran ciertas diferencias artísticas. A pesar de ello, consiguió trabajo escribiendo el guión de "Rambo 2", pero él terco como una mula siguió insistiendo y se las apañó para conseguir realizar un film en el que lo tuviera todo bajo control y no repetir la mala experiencia de su primera película. De ahí nació "Terminator" (1984), un gran éxito de crítica y taquilla, y la panacea para todo productor: un presupuesto bajísimo. Debieron pensar: "estupendo, hemos conseguido un director que hace películas baratas y las convierte en oro". Lo segundo sí, pero lo primero... Baratas quizás no sea la palabra que mejor describe a las películas de Cameron.



Su siguiente película sería "Aliens 2: el regreso" (1986), una película que se cita muchas veces como ejemplo de excepciones en el mundo del cine. La primera, que las segundas partes no son buenas. En este caso, Aliens 2 mantiene casi el nivel de la original, y la crítica la aplaudió. La segunda, que un actor nunca logra un Óscar en una película de acción (y además segunda parte). Óscar ese año para la protagonista, Sigourney Weaver, por esta película.

 

Lejos de querer relajarse, llevó a las pantallas un proyecto basado en una de las cosas que le apasionan: el fondo del mar. Y consiguió una de sus mejores películas, o al menos, la más original de todas ellas: "Abyss" (1989). Aquí comenzó a utilizar para sus films una frase mitad verdad, mitad publicitaria: la película más cara de la historia hasta la fecha. Esa frase le ha acompañado desde ese momento en todas sus películas. Y también la fama de director difícil y perfeccionista. Como ejemplo, el final de la película, para el que ordenó crear una ola gigantesca en la que se gastó buena parte del presupuesto en efectos especiales y cuya escena fue suprimida por él mismo en la sala de montaje porque no le convencía ese final. Actualmente se puede ver la escena en el dvd de la versión extendida que lanzaron hace unos años.




Cameron tarda una media de 3 años en realizar cada uno de sus trabajos. Se involucra en todo: guión, dirección, montaje, efectos especiales, ... Y somete al equipo a un rodaje muy complicado, duro y extremo, por eso sus actores o le aman, o le odian. Arnold Schwarzenegger o Sigourney Weaver han repetido con él en varias ocasiones, pero por lo visto Ed Harris ni le habla desde Abyss. Mención aparte para Linda Hamilton, protagonista de Terminator, que primero no le soportaba, luego se casó con él, y años más tarde acabaron divorciándose. Eso sí que es amor/odio.

En Abyss comenzó a experimentar con los efectos por ordenador, creando esa lengua líquida que simulaba formas humanas y que sería la semilla de su siguiente logro: "Terminator 2" (1991). Ganadora de todos los Óscars técnicos, consiguió revolucionar los efectos digitales con el T1000, el androide capaz de transformarse en metal líquido y adoptar todo tipo de formas. Consiguió además realizar una buena película, cuyo guión se estudia en muchos libros y centros como ejemplo de una buena película de acción. Y, por supuesto, fué la película más cara de la historia en su momento.



O al menos, hasta su siguiente trabajo: "Mentiras arriesgadas" (1994), un remake de una película francesa con el que volvió a reventar taquillas y presupuesto (y algunos edificios y puentes), y para el que siguió contando con el actual gobernador de California en el reparto, junto con una entonces desaparecida Jamie Lee Curtis para el personaje de mujer fuerte que tanto gusta a Cameron (repasar sino los personajes de todas sus películas). Quizás es el film más flojo de todos (que no es nada malo teniendo en cuenta el nivel del resto), pero es también sin duda, el más divertido.

 

Y entonces llegó "Titanic" (1997), una película que, como a su director, o la amas o la odias. Titanic fue como un resumen de lo que consiguió en todos sus anteriores trabajos (obsesión por el fondo del mar, efectos digitales punteros, presupuesto desorbitado, éxito en taquilla) pero elevado a 11, que fue también el número de Óscars que consiguió, convirtiéndose en una de las 3 películas con más estatuillas doradas de la historia (logro que comparte con "Ben-hur" y, posteriormente, con "El señor de los anillos: El retorno del rey"). Y no sólo alcanzó el podium en Óscars, sino también en taquilla, pasando a ser la película más taquillera de la historia (puesto que ocupaba en ese momento "Parque Jurásico").

 

Y tras "Titanic", al igual que el barco, James Cameron desapareció del mapa. Produjo algunas series como "Dark Angel" (más conocida por lanzar a la fama a Jessica Alba que por la serie en sí) y se sumergió en el mundo submarino que tanto le gusta, y empezando a experimentar con una tecnología que está llamada a revolucionar el cine: el 3D. Hace muchos años que se están haciendo películas en 3 dimensiones, pero hasta ahora el tema no acababa de cuajar. La mayoría de películas, además de la sensación de cercanía, producen otras como mareos, visión borrosa y malestar. Y a poca gente le apetece pagar por sentirse enfermo pudiendo coger una gripe gratis y experimentar lo mismo.

Así que Mr. Cameron se pasó 10 años probando, probando y probando con esta tecnología. Haciendo documentales en 3D para cines y parques de atracciones. Y mientras, perfeccionando el guión de la que es hasta la fecha su última película (ah, y por cierto, la más cara de la historia, faltaría más). La ha llamado "Avatar" (2009), y será el inicio de una trilogía con ganas de convertirse en la "Star Wars" del siglo XXI, no sólo por el éxito en taquilla y lo revolucionario de sus efectos especiales, sino por todo el imaginativo mundo que ha creado para la película, inspirado como no podía ser de otra forma en el fondo del mar.



Lo consiga o no, ha puesto a toda la industria de su parte (encantados de llevar al público a las salas y alejarlo de la piratería), y colegas de la talla de Steven Spielberg, George Lucas, Robert Zemeckis o Peter Jackson, ya están usando sus equipos para sus próximas películas. Y es que parece que todos sus derroches en tecnología consiguen siempre ser amortizados, y le permiten gastarse el doble en sus siguientes trabajos. O dicho de otra manera: hacer lo que le dé la gana. Todo un lujo. Es lo que tiene ser el director de la película más taquillera de la historia.

 

¿Logrará alguien arrebatarle ese puesto? Pues es posible que lo haga él mismo, porque hace unos días nos llegó la noticia de que "Avatar", tras ser número 1 en taquillas de todo el mundo durante varias semanas consecutivas, es ya la número 2 de la lista, adelantando a la segunda parte de "Piratas del Caribe", y en España se ha convertido ya en la película más taquillera de todos los tiempos. Y ésto no ha hecho más que empezar, ya que ha escalado posiciones en cuestión de días. Le separa del primer puesto un buen puñado de dólares, como veremos en el siguiente post, pero sin duda ha logrado ya un gran logro: ser el director de las dos películas más taquilleras de la historia. Sin duda, James Cameron es un nombre que merece la pena recordar, si no te sonaba al inicio de este artículo.

Porque de todas las cosas que me gusta hacer en Internet, leer filmografías es...

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